Descripción
San Lázaro color bronce . Peso: 458gr Medidas: 20*10*8 cm material : resina
San Lázaro. En San Lázaro se da la confluencia de dos personajes distintos: San Lázaro amigo de Jesús – que fue canonizado por la Iglesia Católica Romana –
Lázaro, el pobre mendigo representado como un anciano melenudo y barbudo que viste harapos y usa un par de muletas, con las piernas llenas de llagas y rodeado de perros, que siguen las masas populares.
Señal de su intimidad con Jesús es el hecho de que éste, aún yendo a resucitarle, luego de morir Lázaro, lloró, al contemplar el duelo de María y Marta.
Uno de los milagros más grandes atribuidos a Cristo por la religión cristiana fue, precisamente el traer de nuevo a la vida a Lázaro. A estos episodios se limita la mención de Lázaro en el Nuevo Testamento.
Según las tradiciones judeo – cristianas acompañó a San Pedro a Siria o que fue embarcado por los judíos en Jaffa en una nave que hacía agua y sin velas, con sus dos hermanas y otros cristianos hasta que llegó a la isla de Chipre.
Lázaro fue, según esa tradición, elegido obispo de Kition y murió 30 años después.
Su veneración es muy antigua. La gallega Eteria, una peregrina a Jerusalén en el siglo III, describe sobre la gran procesión que se hacía el sábado anterior al Domingo de Ramos al “Lazarium” o tumba de San Lázaro (esta procesión aún se celebra por parte de la Iglesia Ortodoxa).
En año 890, el emperador León VI construyó una iglesia y un monasterio en su honor en Constantinopla y trasladó allá una parte de las pretendidas reliquias, que se hallaban en Chipre.
La veneración a San Lázaro “de las muletas” existió y existe aún en la Iglesia (en San Nicolás de Bilbao se venera una estupenda talla).
Vitrales, frescos, tallas, hablan de la veneración a este personaje, ligada junto a San Roque a los leprosorios y hospitales, pues padeció la lepra (aunque el Evangelio no lo dice).
Además de las muletas y los perros, sus otros atributos son una campanilla o matraca, (instrumentos medievales que tenían que portar los leprosos para anunciar su presencia y la gente se alejara).
Los cultos afrocubanos los han sincretizado a ambos, poniendo su fiesta en la del santo obispo y, desde entonces han ido juntos.
San Lázaro color bronce