Descripción
San Francisco de Asis
- Peso: 143gr
- medidas 16 cm
- material: resina
- Calidad Europea
San Francisco de Asís es sin duda uno de los santos más conocidos de la historia de la Iglesia.
Ya en la edad media, su fama se extendió por toda la cristiandad, y su renovación del espíritu cristiano desde la pobreza, el trabajo y la estricta observancia del Evangelio sigue causando controversia al día de hoy.
Nació con el nombre de Giovanni di Pietro Bernardone dei Moriconi, hijo de Pietro Bernardone dei Moriconi, un comerciante de textiles perteneciente a la burguesía de Asís, y de Giovanna Bourlemont, a quien apodaban Pica,
perteneciente a una noble familia de Provenza. Giovanni creció en un ambiente cómodo, marcado por el trabajo de su padre y las comodidades del bienestar.
Desde niño fue apodado “francesito” por su padre, debido a sus aficiones por la lengua de los galos y el canto de los trovadores, muy populares en ese país.
El apodo derivaría en Francesco (Francisco) por confusión de la gente.
Este joven refinado y ambicioso, no estuvo exento de participar en los conflictos de su época, marcados por las luchas entre güelfos y gibelinos, luchando él del lado gibelino junto a la ciudad de Asís.
Si quería ascender a la pequeña nobleza de Asís, tenía que participar en batallas, como cualquier otro noble.
La suerte no estuvo de parte de Francisco en la guerra, pues en 1202, durante la batalla del Puente de San Juan lo hicieron prisionero y no lo liberaron hasta un año después.
El cautiverio significó mucho para Francisco, y no fueron pocas las cosas que reflexionó y decidió cambiar si salía vivo.
Su padre Pietro Bernardone pagó el rescate de su hijo, y finalmente volvió a unas tierras de su padre cerca de Asís, donde se recuperaría de una frágil condición y recibiría los cuidados de su madre.
En el campo, Francisco meditaba su vida, y crecía en oración, absorbido por la naturaleza y el hecho de estar vivo.