Descripción
Escultura Estatua Veles, Volos, Weles o Voloh Dios eslavo de la tierra
- Medidas: 22cm / 8.66 Inch
- Peso: 1558 gr
- Materiales: resina
Veles, Volos, Weles o Voloh es el dios eslavo de la tierra, las aguas, los bosques, la fertilidad, el ganado, el pasto, las serpientes, los lobos, la medicina, la música, la magia y el mundo subterráneo.
Además se le asocia a los dragones, la riqueza y las travesuras. Asimismo, es el adversario del dios del trueno, Perun, constituyendo la batalla entre ambos uno de los mitos más importantes de la mitología eslava.
Veles resulta ser un dios complejo y antiguo, incluso se piensa que pueda ser una reliquia proveniente del panteón proto-indoeuropeo.
Se le ha representado (al menos en parte) como una sierpe, con cuernos (de toro, carnero u otros herbívoros domésticos) y con luenga barba.
El culto a Veles es uno de los pocos del que se tiene referencia en todas las naciones eslavas.
La Crónica Primera, concerniente al primer estado eslavo oriental, es el primer y más importante documento histórico donde se nombra al dios Volos varias veces.
La primera vez que aparece su nombre, lo hace en los tratados de paz firmados a principios del siglo X por los gobernantes de la Rus de Kiev y los emperadores bizantinos, donde los eslavos hacían un juramento de paz sobre sus dioses, Perun y Volos.
Aquí Volos aparece como dios del ganado y los campesinos, que castigará a los que incumplan el tratado con enfermedades, en oposición a Perun, descrito como el dios gobernante de la guerra, que castiga con la muerte en combate.
A finales del siglo X, Veles o Volos fue uno de los siete dioses que Vladímir I de Kiev, al convertirse al cristianismo, incluyó en la estatua con los principales dioses de su ciudad para ser arrojados al Dniéper .
Es de destacar que la estatua de Veles no estaba aparentemente junto a las otras, sobre la colina donde se hallaba el castillo del Príncipe, sino abajo en la ciudad o en el mercado.
Esto indica no sólo que Veles estaba conectado al comercio, sino que los cultos a Perun y a Veles tenían que realizarse por separado: mientras que los templos dedicados al primero debían estar en montañas o colinas, el lugar de Veles estaba en el llano.