Descripción
Gárgola reloj
- peso: 510gr
- medidas 18*20*12cm
- material : resina
Grifos, Gárgolas, Quimeras… bestias mitológicas y legendarias que desde sus atalayas contemplan el paso de los siglos en perturbador silencio.
Guardianes pétreos de antiquísimos templos, figuras grotescas y retorcidas, seres que aparecerán en las peores pesadillas de todos aquellos que intenten penetrar en su territorio defendido.
Seres que en las noches más oscuras, cobran vida y sobrevuelan sus dominios hasta que, al alba, retornan a sus pedestales inmortales, y se convertien en piedra.
Gárgola
Podian producir un ruido semejante al de un líquido en un tubo parte sobresaliente de un caño que sirve para evacuar el agua de lluvia de los tejados.
En la arquitectura da la edad media, especialmente en el arte gótico, son muy usadas en iglesias y catedrales y suelen estar adornadas mediante figuras intencionadamente grotescas que representan hombres, animales, monstruos o demonios.
Probablemente, tenían la función simbólica de proteger el templo y asustar a los pecadores. Esto se mantuvo, aunque con menor desarrollo, en la arquitectura renacentista española o incluso en algunas iglesias barrocas.
Es un error llamar gárgolas a cualquier figura grotesca o monstruosa de las iglesias medievales; sólo se pueden calificar como tales las que se ajusten a la función antes especificada.
Las famosas figuras monstruosas de función puramente decorativa en la catedral de Notre Dame, deben ser denominadas quimeras, y no gárgolas.
Así mismo la tradición oral francesa la existencia de un dragón llamado La Gargouille, que vivía en una cueva próxima al río Sena. Gárgola reloj
La Gargouille se caracterizaba por sus malos modales: tragaba barcos, destruía todo aquello que se interponía en la trayectoria de su fiero aliento.
Los habitantes de Rouen intentaban aplacar sus accesos de mal humor con una ofrenda humana anual consistente en un criminal que pagaba así sus culpas.