Descripción
drusa amatista
- Peso 8600gr
- Tamaño: 14*23*8cm
La Amatista es una variedad de cuarzo, según la cantidad que contenga el mineral será mas o menos lila.
El nombre de Amatista proviene del griego “amethystos “, que significa “no embriagado”, ya que este mineral era considerado un antídoto contra la embriaguez.
Se dice que es la gema de San Valentín debido a la tradición de que era un talismán para los enamorados.
Cuenta la historia que fue la primera piedra que San José regaló a la Virgen María, convirtiéndola así en la representante de la humildad, modestia y sinceridad.
Propiedades físicas de la Amatista.
Alivia el dolor y reduce las inflamaciones.
Es indicada para el tratamiento del asma, así como trastornos cardíacos, artrítis o problemas de reuma.
Propiedades psíquicas de la Amatista.
Esta maravillosa piedra violeta, la amatista, es sumamente espiritual y protectora. Si has elegido esta piedra, es posible que ya estés en sintonía con estados elevados de conciencia o que tenga un profundo deseo de estarlo.
Te conecta, suave y plenamente, con las esferas del espíritu y las inspiraciones del plano astral.
La meditación con la amatista facilita los viajes astrales, y dormir con ella debajo de la almohada te traerá sueños reveladores pero serenos.
Su elección revela la comprensión profunda y una gran tranquilidad, pero también el sentido de la aventura para explorar las esferas sutiles.
Esta piedra confiere sabiduría, pero actúa también como guardián contra la invasión en los planos espirituales, transmutando la negatividad en amor.
Si has elegido la amatista, quizás quieras conectar con otra persona a un nivel muy profundo, y tal vez desees sentirse exaltada e inspirada.
Posiblemente te parezca que las relaciones pasadas han estado demasiado centradas en lo material, o simplemente te encuentres más a gusto en el plano espiritual; lo cual no quiere decir que carezcas de sensualidad, sino que ves el cuerpo como un vehículo para un espíritu.
Calma las pasiones autodestructivas y los patrones de conducta adictivos. La amatista puede mostrarte otra realidad, sin alentar el autoengaño.
Es una piedra de amor incondicional y puede despertar los sentidos psíquicos, de manera que “sabes” lo que sienten los demás.
Tradicionalmente, la amatista se intercambiaba entre los amantes para simbolizar el compromiso.